NEURALGIA OCCIPITAL.
Después de pasar por una operación un poco complicada, ya que me hicieron una craneotomía, llego el momento de la recuperación. Fue un poco dura, la cortisona y las 20 pastillas diarias. Me pasaba el día en el sofá y la cama.
A los tres meses se empezó a dejar la medicación. Empece a salir y notaba que ese dolor de la neuralgia del trigémino no volvía. ¡Que maravilla!!!! Buscaba mis puntos gatillo y nada, la operación fue todo un éxito.
Al cabo de los días, cuando ya casi no tenía medicación, empece a notar un dolor fuerte en la parte de atrás de la cabeza que me subía del cuello a la frente. Era un dolor no tan fuerte pero muy molesto. Que otra vez me impedía hacer según que actividades.
Volví a mi revisión con mi neurólogo y me llevé malas noticias que no sabía como encajarlo.
Volvía a tener otra neuralgia que se podía controlar con la misma medicación que la neuralgia del trigémino.
Total que como no la tolero no podía tomarla...
Así que me puse manos a la obra y empece a buscar remedios.
Encontré dos fisioterapeutas los cuales me ayudaron a controlar el dolor. Cada vez que se me cargaba el cuello volvía el dolor, así que decidí hacer reposo y ejercicios. Me enseñaron a relajarme y cuando viene el dolor paro lo que estoy haciendo respiro y me tomo mi té y mis vitaminas y continuo con mi rutina.
La clave es conocer tu cuerpo y adelantarte al dolor. No dejar que te impida vivir la vida.
Ya tenía una enfermedad más o menos controlada y llegó nuevo palo.
Lo explicaré en el nuevo post.
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